
En una sociedad donde todo lo que huela, se vea u oiga mal es eliminado, o en el mejor de los casos, maquillado, nos hemos acostumbrado a no sentir el dolor. Para cada "problema" hay una solución. Los olores propios del cuerpo son tapados por desodorantes y perfumes. El dolor es apaciguado rápidamente por algún analgésico, ¡no vaya a ser cosa que sintamos incomodidad por un instante! ¿ Alguna parte de su cuerpo no le gusta? Simple, el bisturí todo lo arregla.
La muerte es, curiosamente, tabú. Irrisorio pensando que hemos pregonado con tanto orgullo que somos modernos, que no tenemos temas vedados, que hablamos de todo sin ruborizarnos. Con la muerte no sucede lo mismo. La hemos convertido en un espacio silencioso y solitario, uno en que nadie entra a cuestionarse, siendo que es el único en que, tarde o temprano, todos coincidiremos...
“cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer”
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer”
(Coplas por la muerte de su padre, Jorge Manrique)
Piénsalo, la vida se pasa rápido.
11 comentarios:
Me encanta tu pluma. Me hace llorar, pero me encanta.
" Déjame que te cante, bajito y al oído..."
Desde hoy, a conversarlo.
Gracias
Cito a San Josemaría en una de sus invitaciones más sensatas y esperanzadoras:
"Sigue adelante, con alegría, con esfuerzo, aun siendo tan poca cosa, ¡nada! –Con El, nadie te parará en el mundo. Piensa, además, que todo es bueno para los que aman a Dios: en esta tierra, se puede arreglar todo, menos la muerte: y para nosotros la muerte es Vida". (Forja, 1001).
Para el santo, en contraste con lo que planetas en tu post, la muerte no era tabú... de hecho la llamaba "nuestra hermana, la muerte", porque la consideraba el paso final y definitivo a la verdadera VIDA.
Y a quienes la muerte nos ha pasado cerca, creo, el tema adquiere una forma especial... agridulce: como de misterio y realidad. Antes uno -al menos yo- la veía como algo distante.
Te recomiendo algunas películas que tratan el tema de la muerte con un peculiar e interesante planteamiento:
-Hombre muerto caminando.
-Las invasiones bárbaras.
-A la sombra del sol.
-Volver.
Excelente post!
Besote,
Maicol
PD: Ojo... Manrique escribió coplas a la muerte de su padre... a las que llamó "Complas a la muerte de MI padre".
¿A quién le quieres ganar?
No es fácil de igualar. Nunca.
Saludos,
C.
"Si no la evadimos, la enfrentamos. Y cómo la enfrentamos, evadiéndola".
Lo dije yo, y lo digo cada vez que pienso sobre ella.
salut
Hola ::.Carito.::
¿A quién le quiere ganar la Tere?
A nadie más... porque ya ganó.
Me ganó.
Y salí yo ganando.
Comparto con ustedes una reflexión de un curita, amigo y ex rector de mi colegio cuando yo estudiaba. El próximo 4 de junio se cumplen 2 años de su muerte.
Padre Miguel Ortega Riquelme
“Llegará algún día. De eso estoy seguro.
Pero no quiero dejar que ella me sorprenda.
Pensaré en la muerte ahora mismo para prepararme a recibirla.
Me gustaría que ella me encontrara con la agradable sensación de haber cumplido mi misión en esta vida.
Me gustaría que cuando venga yo pudiera confiar y estar tranquilo. Quisiera haber hecho todo lo posible, haber amado lo suficiente, haberme entregado en mi trabajo y haber servido con amor a mucha gente.
No quiero irme de este mundo con la percepción de no haber vivido a concho, de no habérmelas jugado en lo que hice, de no haber mejorado suficientemente (o no haber ayudado a mejorar) la triste situación de este mundo.
Viviré con la conciencia limpia esperando en “cualquier lugar” y a “cualquier hora” que la muerte quiera visitarme. No quiero vivir temblando ante su presencia y cercanía.
Estoy especialmente consciente de que la muerte es la llave maestra que me abre todas las puertas a la verdadera vida.
Pasaré por la oscuridad de su túnel hasta ver la luz. No dudaré no un instante:
Encontraré el reposo, la alegría intensa, el amor sin limitación, la paz definitiva, después de haber sufrido y después de haber luchado.
Atravesando los umbrales de la muerte podré re-encontrar el regocijo de la vida. Veré y amaré a mis amigos y parientes que se adelantaron en el camino.
El encuentro será una gran fiesta. Una fiesta de eternidad y de cariño. Allí tendré “todo el tiempo del mundo” para el amor y la amistad. Dialogaremos lo que aquí no tuvimos tiempo de dialogar. Iremos al fondo de nuestro ser para alegrarnos de lo que Dios nos entregó.
Pero de una manera especial, la muerte me dará el pase para abrazar a Dios. Por fin conoceré la hermosura de su rostro, la dulzura de su voz, la caricia de sus manos y la intensidad de su amor.
¡Tanto tiempo hablando de él! ¡llega el tiempo de hablar con él!
Morirse no es nada tan tremendo. Es una maravilla lo que nos espera. Pero debo reconocerlo francamente: cuesta dejar esta tierra. ¡Dios la hizo tan bella!
Cuesta dejar a quienes amamos. Es tan profundo nuestro amor. Cuesta partir a lo desconocido ¡preferimos lo concreto!.
Sin embargo, cuando venga el llamado, quiero tener puesta mi confianza en Dios. En sus manos quiero dejar a los que amo. Quiero partir a la eternidad del gozo para disfrutar siempre del amor.
Desde allí seguiremos muy unidos. Entre los que viven acá y los que viven allá no hay una frontera imposible de cruzar.
Hay común-unión.
Los de arriba y los de abajo, los del cielo y de la tierra vivimos en relación muy íntima.
¡Jamás los abandonaré! ¡nunca dejaré de amarlos intensamente!
No me atemoriza pasar a vivir la eternidad del tiempo, el re-encuentro con los que partieron, la belleza impresionante de mi Dios.
Mi miedo es buscar asegurarme los encantos de esta vida y no fascinarme por los encantos de la vida plena y alegre de los cielos.
Quiero ir tranquilo y sonriente al encuentro de mi Dios. Quiero, lo pido, lo anhelo. Esa será por fin, mi felicidad definitiva, amén!!”.
Tía!!!
Parece que te lo han dicho todo en los comentarios que me preceden. Yo sólo quería decirte que ojalá, después de pasar por las manos de la impopular, nos veamos eternamente en nuestro fin último: Dios. Rezo todos los días para que nos encontremos en el cielo. Imagínate que imagen tan linda. Bueno, basta por hoy. En el próximo post seguiremos con los monólogos trascendentales.
Un besazooo (queda 1 día!!! AAAHHH!!!)
Angie, Maja, Al caaaa??, El Mueble, Angelina, Tía, Española ... tantos otros sobrenombres que ahora no recuerdo.
Sabes que no es así, Ortiz.
"Empezamos a morirnos desde el día en que nacemos"
O:
"Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es morir"
Saludos, te debo un café,
RZ
No me dejes más mensajitos anónimos, linda, en mi blog. Ni menos colocarme "shula", si bien sabes que no es así.
No me quite importancia, por falencias personales, que el pago es mucho más costoso. Al menos, yo si doy la cara.
C.
Tere me encantó!!!.. jaja soy tu nueva ciber fanática!
:) ame los temas que escribes, y este último es increíble! todos nos hemos planteado alguna vez en nuestras vidas el tema de la muerte, me encantó como desarollaste el tema!
besos linda, nos vemos mañana!
pd: no pesques los malos comentarios, a mentes huecas mejor dejarlas huecas y no darles indicios de inteligencia,enserio! no pesques :) . " no le heches mas leña al fuego ", Tere! deja que se queme solita!
Christel*
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